Hubo un tiempo, y aún hoy en día es una práctica habitual, en el que se pensaba que las cocinas (y los baños) tenían que estar decorados (tanto mobiliario como revestimientos) en blanco o en colores muy claros, quizás haciendo caso de la creencia de que esos tonos son más higiénicos que los colores oscuros, y en ambas estancias la limpieza ...
Si te gusto esta noticia puede que te interesen estas..