Si, asúmelo… tu hija ya no es la pequeña niña dócil que asentía a todo sin rechistar. Ha crecido, y con ella su carácter, sus gustos y su capacidad de decisión. Sabe lo que quiere y lo que le gusta, y querer verlo reflejado en su dormitorio va a ser un trámite que quieras o no, no va a tardar en pedirte. De modo que hoy, a fin de pon...
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